La inspiración suele venir como un rayo inesperado, sin anuncio de llegada ni preámbulo. Y entonces te pones a fluir con ella. Otras veces la inspiración puede ser un juego buscado. Con esta idea quise dejarme llevar por tres palabras que me contaron tres personas y el resultado son tres poemas que reflejan lo que me transmite la personalidad de quienes me regalaron sus tres palabras. Mi agradecimiento a Elena, Jorge y Laura por prestarme sus colores para pintar lienzos nuevos y visitar mundos inspiradores 🖤
Ninfa de noche
Opalescente ~ Claroscuro ~ Mecerse
Ella se desliza entre claroscuros telúricos y etéreos,
como neblina de bosque encantado.
Cada noche cuelga sus alas en la constelación del cisne
para mecerse suavemente entre aromas de flores invisibles
y mundos oníricos de belleza desgarradora.
Su voz es como las libélulas, que rozan el agua sin tocarla
y danzan en el fuego sin quemarse.
Ella anhela la opalescente transcendencia
del misterio y lo desconocido.
***
Memento mori
Eternidades ~ Emancipación ~ Postmodernidad
Bajo la lluvia de la postmodernidad habías visto
las vacías ausencias sin lágrimas arrojarse al abismo
de la soledad.
Donde el futuro agoniza y la emancipación
es quimera y también oasis.
Donde las utopías sangran ideales muertos
y beben cenizas de fénix para que alguien siga soñándolas.
Allí habías encontrado tu encrucijada.
Y en el umbral del laberinto lanzaste tu dilema:
ser o no ser polvo de eternidades.
***
Nana de luciérnagas
Crecimiento ~ Aprendizaje ~ Amor
Con el arrullo de la canción de las luciérnagas
te habías dormido deshojando pétalos de rosa.
Como una sonámbula te vi juntar uno a uno
los trocitos de flor hasta dibujar con ellos
la palabra amor.
Como un susurro que se guarda en el viento,
como un secreto que se queda en la piel.
Y, mientras, sigues soñando con el rumor
de la madrugada y el alma va al encuentro
del crecimiento sin límites:
la transformación es algo inmenso pero muy callado
que ocurre cuando los ojos no miran.
Y llegará la mañana teñida de acuarela malva
y para cuando despiertes los pedacitos de rosa
te habrán dejado escrita la palabra aprendizaje
junto a tu regazo.
© Virginia Marín