pájaro de fuego, sombra de agua
Nací en Madrid en el otoño de 1992, bajo el sol de Escorpio y la luna de Géminis.
En la infancia descubrí los libros como refugio y más tarde, en los últimos años de adolescencia, empecé a conocerme a mí misma en el espejo de la palabra escrita: canciones, poemas y relatos se convirtieron en mi principal medio de expresión creativa. Estudié la carrera de Filosofía, aunque mi vocación escurridiza siempre ha rehuido las etiquetas y definiciones. Amante de la naturaleza y los animales, poso mi mirada fotográfica en cada pájaro, flor o fase de luna que encuentre en mi camino.
Solo hay otro lugar en el mundo donde me siento tan libre como cuando escribo y es el mar; Donde cantan las ballenas es un verso de uno de mis poemas pero también una imagen que me acompaña siempre, el anhelo del mar y de los cetáceos como las criaturas que más me fascinan.
© Virginia Marín

(…) porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.Federico García Lorca
Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos.
Alejandra Pizarnik
I must be a mermaid, I have no fear of depths and a great fear of shallow living.
Anaïs Nin
© Ilustración inspirada en este blog, por la artista Laura Díaz Martínez