Hay algo en el otoño
que me empuja al borde
de todos mis abismos.
A mí los espejos me devuelven
voces pálidas de los que ya no son;
ahora un eco vacío en la nieve.
Nieve que será luz de olvido
entre tus párpados.
Aquí estoy envuelta en nostalgias
-mi eterna crisálida-
Y te miro y te veo igual,
en mitad de un grito enmudecido
con la sangre helada en ríos salvajes
con la última luz de ocaso extinguida
entre tus manos
con los pájaros marchitos que anidaron
en tus deseos.
Esperando la metamorfosis que traerá
el invierno, esperando en este umbral…
© Virginia Marín
© Ilustración de Laura Díaz Martínez