Todos los que se fueron
y los que nunca llegaron a ser.
Flores que se mueren en mis manos,
en el rincón de nieve donde voló
mi último pájaro.
Animales tristes, vacíos,
con esos ojos de olvido
y otoño marchito.
Pero yo he visto el fuego,
no está perdido aún.
Yo he escuchado el eco de un aullido,
(fui en busca de su llamada),
he anudado mis sueños a las crines del viento
Hasta reencontrar lo salvaje,
aquello que pocos recuerdan:
allí en el filo del acantilado y el abismo que llama,
allí en la hora más oscura de la noche, donde nos invoca la sombra,
allí en el abrazo de otro cuerpo, en la piel anhelante de latidos,
allí en el recóndito lugar del universo donde las estrellas mueren.
En la duermevela, entre los mundos,
donde lo desconocido desmonta nuestras quimeras,
dime si tú también escuchas el aullido.
©Virginia Marín
Yo también lo escucho 😍 Me encanta cómo hablas del reencuentro con lo salvaje. Algo dentro de mí se mueve según te leo ✨🌿
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lo salvaje nos llama, con voz arcana y misteriosa. Hay que seguir la llamada y que la vida nos guíe 🎇💙
Me gustaMe gusta