Correr hacia el bosque profundo
Con huellas invisibles en la noche.
Todos los monstruos acechan,
Pero yo solo quiero encontrar
Aquello que me está llamando…
Es más fuerte el deseo de volar
Y de destapar el grito helado de la jaula.
Bajo el firmamento de oscuras ramas
Y búhos en duermevela, seguía buscando
Los claros de luna y el fuego que susurra.
Y al fin llegué al corazón del bosque:
Allí estaba la hoguera y, arriba, el cielo sin estrellas
A mis espaldas, la sombra con todos sus fantasmas.
No miré atrás.
Me envolví en el fuego y de las llamas crecieron las alas
De mi fénix incandescente.
©Virginia Parra Marín